Llevo despierta desde las seis de la mañana y no por necesidad, sino porque mi cuerpo ha dicho hasta aquí se duerme hoy y contra eso no se puede luchar. Soy de poco dormir, me encantaría que llegara el sábado y poder estar en la cama metida hasta las diez, pero la realidad es que a las 7, como mucho, el reloj biológico (o ese es el de ser madre?) activa los procesos cerebrales y ya no hay forma de volver atrás, es decir, a mis sueños.
Tampoco me viene mal, la verdad, porque aprovecho mucho los días. Hoy por ejemplo estoy escribiendo en mi abandonado blog, y esto si que no me lo perdono. Vale que han sido unas semanas de locos, de correr, de trabajar hasta las mil, de despertarme en mitad de la noche pensando en la presentación que tenía que hacer al día siguiente. Pero eso no justifica que haya dejado de comer, que por supuesto no lo he hecho, como tampoco tengo que dejar de escribir aquí. Porque este es mi espacio, mi hueco, mi pasión y por nada del mundo quiero que pase al último plano de mi vida.
Así que lo primero que hago es asumir un compromiso conmigo misma de establecimiento de prioridades porque tengo muchas cosas en la cabeza que quiero contaros, sitios a los que he ido, experiencias que he vivido y que me gustaría, como siempre, os sirvan de inspiración.
Este viernes me sirve de parada, o de pistoletazo de salida, según se vea. Porque durante los próximos dos meses andaré metida en aviones y en trenes, pasando muchas noches en hoteles desconocidos y no quiero ponerme excusas a mi misma. Porque éste canal siempre ha sido mi forma de conectar conmigo misma, de volver a mi realidad interna y no pienso escudarme en el trabajo para dejar de hacerlo. Abril ha pasado por mi vida como un flash. 22, ni me lo creo. Y yo enseñándoos unas fotos de hace dos meses cuando estuve en Aix en Provence. De locos.
FELIZ FIN DE SEMANA
Besitos
Erika